El 17 de mayo, la Corriente Feminista lanzó la campaña “El silencio y la indiferencia apañan la violencia contra personas lesbianas, homosexuales y trans”.
El objetivo de dicha campaña es hacer visible las causas y el impacto que tiene la violencia sobre los cuerpos disidentes.
El lanzamiento de la campaña se realizó mediante un foro virtual en el que participaron Rose Mary Madden Arias, lesbiana, abogada y feminista; Pepe Palacios, activista gay de Honduras, Daniela Núñez, activista trans y Cristina Arévalo, activista feminista.
Durante el conversatorio Rose Mary comentó que si bien algunos países han eliminado de sus Códigos Penales normativas que criminalizan a personas LGBITQ+ la violencia esta instaurada. “Las violencias que viven los cuerpos en las ciudades no es la misma que viven poblaciones indígenas, afro, las violencias siguen siendo reales, con el agravante que no son denunciadas...Hay una cantidad de silencio por miedo de la población, por desconocimiento", señaló.
Por su parte, Pepe Palacios aseguró que en Honduras se vive un retroceso con la prohibición del aborto, la adopción homoparental y el matrimonio igualitario. De este último para ser eliminado se requiere el cien por ciento de los votos en el congreso, comentó Pepe.
Honduras es también uno de los países más violentos para las personas LGBITQ+. “442 personas han sido asesinadas desde el 2019, según reportó el observatorio de la Red Catracha. El año pasado 43 personas fueron asesinadas".
En el caso de Nicaragua, el observatorio de violencia hacia cuerpos disidentes de La Corriente documentó más de 200 agresiones a lesbianas, homosexuales y mujeres trans, en los años 2021 y 2022. Las agresiones incluyen maltrato físico y emocional.
Daniela Núñez, hizo hincapié en la necesidad de visibilizar las problemáticas específicas que viven las personas trans, por ejemplo, con el acceso a la salud.
Los discursos de odio
Rose Mary y Pepe coinciden en que los grupos fundamentalistas religiosos son sectores que reproducen los discursos de odio. “En el caso de Honduras es un grupo grande y puede significar votos. Y hay partidos políticos que buscan esos aliados”, señaló Pepe.
Rose Mary aseguró que el personal forense está educado dentro de esos parámetros eso repercute en las investigaciones. “En materia forense, cuando ustedes ven los resultados de gay, trans que han matado, y los resultados en la investigación forense es deplorable”.
Por su parte, Daniela lo atribuye a un repunte de la ultraderecha en países como Brasil que reproducen un discurso conservador.
El papel del Estado en el abordaje de la violencia
En el caso particular de Honduras, Pepe señaló el plan de gobierno “tiene un acápite con compromisos específico de la comunidad LGBTIQ+. El problema es que el papel aguanta un montón de cosas, que esos se conviertan en realidad no es fácil. Al final nuestros derechos son moneda de cambio”.
Daniela recordó que en Centroamérica no hay Estado que haya reconocido el cambio de sexo en la legislación registral. “Eso tiene implicaciones bien fuertes a la hora de poder acceder algunos derechos que debería de facilitar justamente el Estado. Creo que lo importante que pudiese suceder desde los Estados sería justamente acatar la opinión consultiva que tiene que ver justamente con el cambio registral”.
¿Qué hacer para frenar la violencia?
Rose Mary y Daniela coincidieron en que la organización es una de las clases para hacerle frente a las diversas situaciones que viven las personas LGBTIQ+. “Es una de las herramientas que tenemos para hacer vivo un derecho”, comentó Rose Mary.
Pepe agregó que es urgente asumir la lucha de las otras y los otros como propia y la necesidad de aplicar un enfoque interseccional a la hora de hablar de las vivencias de las personas disidentes. Qué pasa con la salud mental, el derecho a la educción, por ejemplo.
Por último, se comentó la responsabilidad que han tenidos los medios de comunicación tradicionales en la reproducción de discursos de odio, la difusión de nota roja amarillita y la producción de los estigmas.